07 febrero 2022
Updated 27 enero 2023
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El surgimiento del término eKYC (electronic Know Your Customer) se debe a la transformación de determinados procesos clave sufrida en industrias que necesitan verificar la identidad de sus clientes y usuarios con controles más exigentes de lo que suele ser habitual.
Si bien la denominación eKYC ha sido adoptada recientemente, y aún sigue extendiéndose, el término utilizado para referirse a este proceso venía siendo el de KYC (Know Your Customer), que, pese a ser también moderno, sí que cuenta con más tiempo en boca de los profesionales de las áreas afectadas.
A continuación, desgranamos las claves de la transformación del Know Your Customer, y cómo este ha evolucionado hasta convertirse en el actual y más reciente electronic Know Your Customer.
Como veníamos anticipando, el proceso KYC (Know Your Customer), en español “Conoce a tu Cliente”, es el predecesor del innovador eKYC. Este proceso recoge una serie de controles asociados a la identificación durante la fase del onboarding digital de nuevos clientes y usuarios.
Conoce en este artículo todos los detalles del proceso Know Your Customer (KYC) en profundidad.
El sector financiero, la banca, las empresas de servicios de inversiones, las aseguradoras y demás industrias relacionadas fueron las primeras en acuñar el concepto KYC. Por lo delicado de las operaciones realizadas por ellas y por sus clientes, y dada la naturaleza de las mismas, es no sólo imprescindible, si no también un requerimiento legal, comprobar fehacientemente la identidad de sus usuarios.
Si bien la verificación de identidad es una práctica que se aplica a todas y cada una de las empresas y organizaciones independientemente de su área de actividad, el realizar esta tarea con controles más exhaustivos y muy concretos es algo que está regulado y a lo que las compañías de las industrias comentadas están obligadas legalmente.
El electronic Know Your Customer eKYC es la trasposición del proceso KYC al plano digital y online. El sector financiero y sus industrias relacionadas se sitúan como los pioneros en materia digital. La transformación digital tuvo lugar mucho antes en estos sectores de actividad que en otros que aún siguen anclados en modelos semi-digitalizados.
De esta forma, podemos definir al eKYC como un conjunto de controles digitalizados de verificación de identidad de usuarios y clientes. En contraposición a su predecesor, este convierte todo el proceso en paperless, es capaz de remotizarlo y automatizar con bots inteligentes tareas que antes eran llevadas a cabo por agentes humanos.
Podemos definir tres tipos de eKYC según su implementación:
El proceso de verificación de identidad en el eKYC no dista demasiado para el usuario del realizado en los procesos convencionales de KYC. Dejando a un lado los beneficios en tiempo y papeleo, el proceso discurre del mismo modo salvo que en el eKYC estos controles son llevados a cabo por un sistema automatizado en lugar de por un agente humano.
El usuario puede realizar un eKYC online desde su propio dispositivo, guiado por una interfaz sencilla y cómoda (con locuciones en determinadas soluciones) que finaliza el proceso en menos de 3 minutos. La verificación de identidad digital puede realizarse de determinadas formas, pero no todas cumplen con los estándares y requisitos técnicos y regulatorios más exigentes.
La vídeo-identificación biométrica es el método más seguro y garantista para verificar la identidad en un proceso eKYC en cualquier mercado e industria y discurre del siguiente modo:
Para esta serie de pasos del proceso eKYC es fundamental tener en cuenta la experiencia del usuario y la interfaz en la que se van a desarrollar. Sólo las soluciones más pulidas de verificación de identidad para procesos eKYC online son capaces de evitar el abandono en mitad del proceso y asegurar tasas de conversión altas.
El Anti-Money Laundering (AML) constituye una de las principales preocupaciones de las compañías de los sectores bancario, financiero y relacionados. Establecer estrategias AML es necesario, ya que hay muchas normas que obligan a las compañías a establecer estos controles.
El KYC es un proceso crucial dentro de las políticas y controles AML (Anti-Money Laundering) y es capaz de atajar gran parte de los riesgos asociados a las compañías de estos sectores. El fraude de identidad y los ataques asociados a la suplantación de esta, suponen una necesidad acuciante para plataformas de trading, criptos, aseguradoras online y cualquier compañía del área FinTech.
El eKYC, por su parte, está permitiendo automatizar el cumplimiento de la legislación con Sistemas de Controles Anti-Fraude y Gestión del Riesgo digitalizados e integrados en el proceso de onboarding de nuevos clientes. Adicionalmente, no sólo en la incorporación, si no también posteriormente en la autenticación y en los procesos de contratación, pueden establecerse sistemas derivados de los utilizados en el eKYC para mitigar cualquier tipo de intento de fraude.
El aumento en la demanda de productos y servicios digitalizados ha hecho que las compañías centren sus esfuerzos en llegar a mercados más allá de sus fronteras naturales. La escalabilidad es uno de los objetivos claves de los negocios a medio plazo, aprovechando su propuesta de valor y las posibilidades de los sistemas digitales para operar fácilmente en cualquier lugar del mundo.
En este sentido, el eKYC, que responde ante normas que se han implementado en la mayoría de los estados, es capaz, si se realiza de la forma adecuada y adaptada a cada mercado, de permitir a las empresas incorporar usuarios y clientes en cualquier jurisdicción con total garantía legal.
Por otro lado, la productividad y la eficacia son aspectos de máxima relevancia para cualquier organización. El eKYC dispara los ratios hasta cotas antes no alcanzables gracias a sistemas error-free que permiten a los empleados centrarse en tareas más importantes dejando de lado la burocracia.