21 marzo 2022
Updated 27 enero 2023
Compartir
El FinTech se ha perfilado como una de las áreas decisivas en la actualidad ya no sólo para la empresa y unos sectores en concreto, sino como una clave fundamental para toda la economía. Las dinámicas, modelos y herramientas propias del FinTech han evolucionado para convertirse en algo que ha trascendido su concepción originaria.
Su apuesta por la innovación y no tener miedo a establecer y ejecutar pautas totalmente out-of-the-box han hecho posible el auge y el éxito de esta industria, actualmente crucial.
Pareciera que ya hemos visto todo en este área, sin embargo el FinTech no para de concebir nuevos tipos de negocio, herramientas que hacen esto posible y formas de impactar en otros sectores más allá de las finanzas o la banca.
FinTech es el acrónimo de los términos “Finance” y “Technology”, tecnología financiera. El concepto puede definirse como el conjunto de actores (aplicaciones, procesos, empresas, productos, modelos de negocio y estructuras empresariales) dedicado a implementar innovaciones y el uso de la tecnología para ofrecer servicios financieros y sus derivados.
Así, el significado del FinTech hace entonces referencia a todas las actividades que para su desarrollo deban integrar la tecnología y el desarrollo de modelos innovadores a la hora de concebir, diseñar, ofertar y prestar servicios y productos del área de las finanzas y la banca.
Si bien pareciera quedar ahí, esto también se extiende a los seguros, los servicios financieros de inversión y otras áreas relacionadas. Aunque estas también cuentan con su terminología específica para segmentarlas (InsurTech, WealthTech…).
Ya en 2020 las FinTech prestaban de forma directa alrededor del 7% de todo el sector bancario y financiero. Este porcentaje llegaba a quintuplicarse si nos referíamos a su impacto indirecto a través de la integración de sus soluciones en las compañías no-FinTech tradicionales.
El crecimiento interanual de la inversión de riesgo en FinTech se sitúa actualmente en en el 177%, llevándose la mayor parte de la inversión las tecnológicas financieras enfocadas en el desarrollo de soluciones innovadoras. Las tendencias indican que durante 2022 y para el próximo 2023 el crecimiento se sostendrá al mismo nivel o alcanzará cotas superiores.
Un sector que empezaría a desarrollar soluciones allá por el principio de los 2000 con las primeras áreas de cliente online en la banca tradicional, ha conseguido establecer una hoja de ruta para la innovación en la que iterar y crear nuevas plataformas que hacen posible nuevas oportunidades tanto para empresas como para usuarios.
Comenzábamos este artículo ahondando en la definición y significado del FinTech como un conjunto de actores. Siendo así, es habitual preguntarse cómo funciona el FinTech y qué tipo de ecosistema se ha creado en torno a este área tan importante.
Si bien no hay una única forma de abordar este área dada su amplitud y la forma que tiene de impactar tanto directa como indirectamente en otras industrias y sectores relacionados, sí se pueden establecer una serie de categorías generales con subgrupos para aglutinar la mayor parte de los actores:
Compañías del sector financiero y la banca que comienzan a digitalizar su operativa y ofrecer servicios y productos a través de canales online.
Empresas y negocios que ofrecen servicios y productos financieros que no serían posibles sin la tecnología.
Empresas de financiación que hacen uso de mercados e instrumentos de las finanzas alejados del circuito bancario tradicional.
Plataformas de gestión de la economía doméstica y personal que, con la ayuda de la inteligencia artificial y otras soluciones digitales apoya al usuario para la gestión de sus ahorros y, adicionalmente, ofrece otro tipo de productos y servicios financieros adicionales.
Nuevos servicios de pago basados en NFC, transferencias instantáneas como Bizum o pago con biometría facial, con el cumplimiento de PSD2. También destacan los métodos de pagos escrow como paypal. La firma electrónica también ha supuesto un cambio importante para la compraventa entre particulares en internet, por ejemplo.
Empresas tecnológicas proveedoras de las soluciones tecnológicas que hacen posible la actividad, el crecimiento y la optimización de recursos en los actores de las categorías anteriormente enunciadas.
El sector FinTech, al igual que la banca y las finanzas tradicionales, debe cumplir con la regulación sectorial y las normas de cada mercado en el que opera. Estos estándares son muy concretos y específicos y las empresas de la industria enfrentan dos grandes retos: Enfrentarse a sanciones millonarias e incluso penales por no establecer controles exhaustivos y desalentar a los clientes potenciales con controles tediosos y complejos. Las FinTech especializadas en regulación dan respuesta a estos dos problemas de forma coordinada:
Actualmente, el FinTech está tendiendo hacia un modelo de especialización. En este sentido, podemos decir que aunque las grandes empresas siguen innovando en sus departamentos de tecnología, estos se apoyan cada vez más en partners especialistas que les proveen de soluciones para sus casos de uso concretos con tecnologías adaptadas y escalables basadas en plataformas digitales.
Tanto grandes como pequeñas empresas del sector financiero, bancario o asegurador no tienen que invertir en desarrollos tecnológicos costosos y dilatados en el tiempo, pudiendo acudir a startups o plataformas digitales que, como empresas FinTech especializadas, ya han desarrollado esas herramientas y las actualizan de forma constante.
Estas compañías FinTech especialistas posibilitan un despliegue ágil y rápido gracias a su modelo único y basado en la segmentación:
Las tendencias actuales para este año y el próximo en el FinTech se basan en el customer journey del cliente y usuario de estas empresas. Esto significa que las compañías ponen el foco y organizan su operativa en torno a las nuevas demandas y necesidades del nuevo consumidor.
La implementación de estrategias basadas en inteligencia artificial y la amplia extensión de la biometría facial son tecnologías que veremos más en los años venideros, con un mayor acogimiento por los usuarios y soluciones con foco en la privacidad.
El cloud computing y el desarrollo de los productos y servicios para las FinTech en cloud, en lugar de pesadas y complejas estructuras, marcará la forma de afrontar los retos del sector.
El Fintech en 2022 y 2023 seguirá creciendo al mismo ritmo que lo ha hecho los años anteriores o de forma aún más acusada. El sandbox regulatorio y el aporte que ha hecho el RegTech a este permitirán la expansión y el crecimiento de más FinTechs.
Si bien hemos venido hablando a lo largo de todo el artículo de proveedores de software y tecnología para el sector financiero y la banca, la concepción inicial que podemos tener es la de compañías transformación digital o grandes consultoras.
Sin embargo, las plataformas digitales en formato SaaS y PaaS están tomando la delantera con productos integrales que se actualizan de forma constante. Las FinTech ahora pueden desplegar una nueva línea de negocio en días con la última tecnología sin tener que recurrir a costosos proyectos que se dilatan en el tiempo.
En un entorno tan complejo y competitivo como el actual,y en especial este área, es crucial estar actualizado y acompañado por un especialista que implemente cambios sin que estos afecten a la estructura del negocio, asegurando una capacidad de respuesta antes nunca vista y creando modelos escalables y sostenibles.
Las dinámicas y formas de proceder endémicas del FinTech han saltado a otras industrias que han aprovechado esta filosofía de desarrollo de modelos de negocio para digitalizar sus propias áreas e innovar para crecer.
Del mismo modo, los proveedores de servicios y herramientas tecnológicas FinTech han modificado los desarrollos hechos para esta industria de tal forma que sean utilizables y se adapten a otras áreas para hacerlas más competitivas y escalables.
Es el ejemplo del PropTech para el sector inmobiliario, el sector automovilístico con sus soluciones auxiliares de financiación, el carsharing o la industria del eCommerce de cualquier tipo. El sector de las telecomunicaciones o los servicios privados (utilities) también han hecho uso de las herramientas y tecnologías inicialmente desarrolladas para el FinTech pero que tienen un largo recorrido en sus respectivas líneas de negocio.
El RegTech y el FinTech han compartido juntos muchos titulares en la prensa económica de los últimos años. Y es que, ambas áreas comparten no sólo foco de actuación si no las tecnologías que hacen posibles sus innovadoras soluciones.
La banca y las finanzas son, si no las que más, unas de las industrias más reguladas y sujetas al control de las instituciones por lo delicado de su actividad y el tipo de operaciones que realizan. Por ello, junto a los proveedores de tecnología financiera comenzaron a surgir los de tecnología regulatoria.
Esta industria, con su propio ecosistema, no sólo atiende al sector financiero, sino que desarrolla soluciones de compliance para todas y cada una de las áreas de la economía.
Muchos negocios creen que las normativas y los cambios regulatorios suponen fricciones y piedras en el camino. Sin embargo, la realidad es la contraria, ya que las RegTech, al igual que sus “hermanas” y homólogas FinTech, son capaces de generar oportunidad y crecimiento gracias al marco regulatorio donde otros encuentran problemáticas.